Hola amigos.

El invierno ya se ha ido. Las nieves van dejando paso a las lluvias. Los árboles antes desnudos se engalanan con el verde mán intenso, mientras que las praderas se cubren de mil y una flores a las que acuden las mariposas. El silencio de los amaneceres invernales se han convertido en un gran concierto surgido del bosque. La luz y el color han ganado la batalla a la noche y el silencio.

Aunque cueste creerlo, dada la situación tan extraña y excepcional que todos estamos viviendo, la vida sigue, la montaña sigue, la naturaleza sigue y nosotros también seguimos en nuestra casa, que es vuestra casa, y que no es otra que Campacruz.

Pase lo que pase, y aunque el mundo se haya detenido, nosotros seguimos manteniendo la ilusión de siempre, porque sabemos que muy pronto nuestras puertas se volverán a abrir para que todos vosotros regreséis a este rincón del Pirineo llamado Campacruz.

Muy pronto volveréis a estar con nosotros y será el momento de abrir las ventanas para que entre un inmenso río de luz, de color, de calma y de paisaje.

Desde Campacruz os deseamos toda la suerte del mundo y os enviamos un abrazo inmenso de esperanza y de ilusión.

¡Ya falta menos para volver a encontrarnos!